Tres (Nicos) son multitud

El mercado no debe alterar ni un ápice el positivismo en torno a un equipo que sigue sumando piezas sin necesidad de fichar

Nico Castro en el Martínez Valero

Nico Castro en el Martínez Valero / Información

David Marín

Elche

Queda una semana para cerrar la ventana del mercado de fichajes de invierno y el Elche la afronta con la tranquilidad del que tiene los deberes hechos, a la expectativa por si surge alguna opción que mejore la plantilla actual y con la única duda, pese a la sensación de unidad que transmite el equipo, de si una tentación puede apartar del camino a alguna pieza clave franjiverde.

Pongan el nombre que quieran en este último apartado, que la imagen que transmite cada jugador del Elche en estos momentos es la de formar parte de una familia, de un grupo que disfruta jugando, predestinado a vivir una experiencia fantástica de aquí a junio. Solo el carácter profesional de este deporte y una oferta económicamente irrechazable haría bajarse del tren que dirige Eder Sarabia a algún pasajero actual. Los futbolistas se sienten en una nube, con un proyecto estable, una idea que ha cuajado y una racha envidiable. Nadie quiere dejar de ganar, especialmente cuando lo haces como este Elche: arrollando o a la heroica. Dos menús degustación para todo tipo de paladares.

En cuanto a posibles fichajes, la realidad del Elche es que no necesita absolutamente nada de lo que puede ofrecer el mercado de invierno. El zoco futbolístico de enero únicamente sirve en casos de necesidad extrema de una revolución porque la temporada esté siendo un desastre o para tapar alguna lesión de gravedad. Exceptuando la preocupación que puede despertar el pubis de Clerc en la posición de lateral izquierdo, los franjiverdes no tienen motivos para incorporar ningún jugador que llegaría falto de ritmo de competición, en caso de proceder de Primera División, o con la incógnita de su nivel, si procede de una categoría inferior.

¿Y lo de Nico Serrano? El futbolista del Athletic encajaba (y encaja) como un guante en el perfil que podría mejorar la plantilla. No a cualquier precio, eso sí. Si finalmente mantiene su decisión de marcharse cedido al Sporting de Gijón, actualmente a once puntos de los franjiverdes en la tabla, se entenderá como un movimiento del que prefiere lo seguro al reto. Evidentemente, el extremo navarro busca minutos y no ascensos, porque su ilusión es hacer historia en el club vasco y no subir a Primera, ya sea de franjiverde o rojiblanco. Sin embargo, si uno ha visto jugar a lo largo de la temporada a unos y otros, algo se escapa a la hora de rechazar la posibilidad de realizar un máster de cinco meses entrenando y jugando en un proyecto que solo ofrece síntomas de crecimiento.

Castro, Rashani y Clerc

En este sentido, los mejores refuerzos invernales del Elche están en la propia plantilla. Uno sería Rashani, hasta el momento bendecido por el don del gol oportunista en los pocos minutos que ha podido tener, entre lesiones y su reciente sanción.

Al respecto de esa posibilidad surgida para unir a tres «Nicos» en un mismo equipo, no deja de ser curioso que este mismo fin de semana Fernández Mercau se haya destapado con otra soberbia actuación precisamente en la demarcación que podría ir destinada a Serrano, la banda derecha. Desde allí y con dos referencias en ataque, construyó el primer tanto ante el Eibar. El argentino, al que darle el «10» parece haberle hecho sacar un punto extra en sus condiciones como futbolista es, por otra parte, el único verso libre que permite Sarabia en este equipo, una especie de Zidane en el Madrid galáctico. El que venga, si es que llega alguien, deberá asumir que ese rol ya tiene propietario.

Además, el Elche está presenciando en las últimas semanas el resurgir del otro Nico, Castro, caído en el olvido durante buena parte de la primera vuelta. Recuperar su mejor versión es otra magnífica noticia, pese a que no sea un fichaje puro y duro. Ya saben, dos son pareja y tres son multitud.

Por todo ello no parece simple postureo la versión que defiende Sarabia y corrobora Pepe Contreras, secretario técnico franjiverde, aseverando que firmarían tener el 3 de febrero la misma plantilla a sus órdenes, sin entradas ni salidas. Las mejoras están en casa, salvo que el mercado te ofrezca un producto irrechazable, te arrebate a un titularísimo o te obligue a reforzar una posición como la de Clerc, siempre que el catalán no se recupere de su lesión, ya que en lo poco que ha aparecido ha demostrado que puede ser otro «fichaje» de plenas garantías.

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